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HASERRE NAGO !!

HASERRE NAGO!! -Castellano- Ana Maria Lorenzo

Cuando empecé a oír hablar de esta “plataforma”, me pregunté si yo como artesana formaba parte de esta forma de ver las cosas. Primero no sabía, no contestaba, pero después me vinieron de golpe muchas sensaciones que me hicieron sentirme identificada.

Porque cuando me preguntan a que me dedico, titubeo, diga artesana o diga encuadernadora la gente pone cara “rara” y sonríe alelada y dice: que bonito ¿no? . Bueno yo, no se si es bonito o no, pero a mi no se me ocurre decirle a un maestro, a un fontanero o a un funcionario, cuando me dicen a que se dedican, que bonito ¿no?.

Parece que es un hobby, en el que no pagas impuestos, ni seguridad social…., en el que haces unas piezas que luego vendes en la calle, eso si muy bonitas, y tienes que agradecer al que te las compra, porque en realidad de eso nadie vive.

Cuando digo que tengo una tienda de artesanía, estoy viendo en la cabeza de mi interlocutor que cree que es un bazar con cosas importadas de la India, China…asociando artesanía a ese tipo de objetos, y la nuestra donde queda…

En cambio si tu trabajo se vende en una galería de arte, entonces la cosa cambia, has traspasado la fina línea, has llegado al olimpo de los dioses.

Pero si eres un simple artesano, entonces tienes que volver la vista atrás: tienes que disfrazarte con una túnica medieval, y hacer que tus productos se asemejen a los de hace 500 años, eso sí, también con un precio similar. Es curioso que en la Edad Media el artesano estaba valorado y tenía un puesto en la sociedad, claro, éramos útiles: los muebles, los zapatos, las joyas, las vajillas…

No se hacían en serie, se hacían como continuamos haciéndolas ahora , de una en una, cada una con esa característica que la hacía especial, cada una única. Pero eso ha dejado de importar, nos gustan las cosa clónicas, a poder ser muy baratas. No importa de donde vengan, ni quien las haga, el caso es que nuestro bolsillo no se vea muy afectado, para que tengamos de todo y algo más (cosas, muchas cosas).

Hablamos continuamente de comercio justo, en los países tercermundistas y se hacen ferias para concienciar a la gente. A lo mejor tenemos que hacer algo así, un comercio justo para los de aquí, que las piezas tienen un precio, y que no se regatea, como no se regatea en las tiendas.

Nosotros tenemos una imagen cara al publico de vender en la calle, en puestos normalmente poco dignos, o disfrazados para que la gente se divierta. Nadie se da cuenta que pagamos en muchas de ellas por estar en una carpa en la calle, pasando frió o calor. Que pagamos impuestos, seguridad social, que hacemos retenciones de IVA, que tenemos familias, que comemos y que vivimos en el siglo XXI, con nuestros gastos y nuestras necesidades.

Muchos de nosotros pasamos nuestros fines de semana, los puentes, las supuestas vacaciones, intentando vender lo que hacemos durante el año. No me quejo de eso, forma parte de mi oficio, pero también necesitamos que se nos respete, que se nos valore, tener nuestro lugar en el siglo XXI. Con nuestros productos, innovaciones y cambios que el artesano sea alguien, sea ARTESANO.

Como podéis comprobar HASERRE NAGO!!

Ana Maria Lorenzo (Encuadernación Mikelatz)
Artesana encuadernadora

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